jueves, 13 de diciembre de 2007

Juarroz y el vacío





A veces parece

que estamos en el centro de la fiesta.

Sin embargo

en el centro de la fiesta no hay nadie

En el centro de la fiesta está el vacío

Pero en el centro del vacío hay otra fiesta.



Roberto Juarroz

De DUODECIMA POESIA VERTICAL



Birlado de Viejos son los trapos

Imagen del vaso vacío en www.pablobravo.net

jueves, 4 de octubre de 2007

Limo y aire




"Yo quisiera contar, sobre todo, la historia de la valinceria que he escuchado. La valinceria tiene sus raíces en el limo, bajo las aguas. En sus raíces hay una innata aspiración hacia medios más tenues. La ahoga el medio denso que la rodea: ella ama el agua, pero presiente el aire. Y se prolonga dolorosamente en un largo tallo, que es la más sagrada aspiración hacia Dios que conozco. Cuando llega la época de su fecundación, redimida por el amor, al fin hace emerger sobre el agua una límpida flor de anhelo. Llega, flotante, salido de ella misma, el espíritu viril que ha de hacerla concebir y la llena. Y entonces, el tallo, resignadamente, se vuelve al limo de su origen; gesta un vástago y muere. Del loto indio ya se hizo el símbolo de la aspiración hacia Dios".

Rafael Arévalo Martínez, "El trovador colombiano"

Imagen de Erasmus Darwin, 1789, vía Wikipedia Commons

martes, 28 de agosto de 2007

Cortázar y el burro



El burro
Gilbert Keith Chesterton

Cuando peces volaban y andaban las florestas
y los higos crecían entre espinas,
cuando la luna era de sangre, entonces
fue que vine a la vida.

Con monstruosa cabeza, repelente rebuzno
y las orejas como errantes alas,
parodia andante del demonio, en medio
de la restante grey de cuatro patas.

Descastado harapiento de la tierra,
viejo, maligno y terco.
azotadme, burlaos; yo estoy callado,
yo guardo mi secreto.

¡Tontos! sabed que tuve alguna vez mi hora,
una lejana y dulce hora de rapto;
hubo clamores junto a mis oídos
y palmas a mi paso!


Trad. de Julio Cortázar, vía La Jornada

martes, 24 de julio de 2007

Oh/ligarquía



Oh
ligarquía
ma
drastra
con marido asesino
vestida de piqué
como una buitra
acechante en las ramas
del enredo de la Historia
ridícula como todo lo malo
hay que acabar contigo gorda
asna con garras
tigra de palo
cruel y más cruel y todavía odiando
te hacés de la delicia del pollo
no de la horrible
retorcida del buche del traspatio
cenás con el abogado
pero sólo dormís tranquila por el pobre cuilio
maje
chucha insepulta y emperifollada
Gran Arquitecta de las cárceles
y de la mayoría de enfermos que se quedan afuera del
Hospital
vieja matona de alma intestinal
una tacita de oro y de café y una pistola
un crucifijo de conchanácar y un garrote
oligarquía
bacinilla de plata del obispo y jefa del obispo
puñal de oro y veneno del Presidente
y mantenedora del Presidente
caja de gastos chicos de Míster Rockefeller
coyota del señor Embajador
rufiana de la patria
oligarquía hoy más que todo
náufraga que quiere hundir el barco
depósito recargado de mierda del avión
imperial
y amenaza tormenta.

(Roque Dalton, "Poemita con foto simbólica", Las historias prohibidas del pulgarcito. Al poema lo adorna, en efecto, la foto de una chica ataviada de antiguo sobre un árbol de sombra muy ancha, y tiene la siguiente dedicatoria:
dedicado al núcleo de la clase interna
lacayo-dominante, que incluye una apreciación
nada personal sobre lo que cabe esperar de
su amo, a juzgar por los vientos que soplan)

martes, 3 de julio de 2007

jueves, 28 de junio de 2007

Paliacate continuo



Entonces… Digo, después de atizarnos, ¿no? Que
le digo a la chava María, ¿sabes qué chava? Lo que tú
quieres, aunque chance no lo sepas, es mandar al
carajo al Sargento y coger conmigo. Me cae que así,a lo
pelón, se lo dije. Es que ya me había fijado que la
chava tenía ojo braguetero. Siempre, cuando creía
que yo no me fijaba, me veía elqueteplatiqué; ya
ves que yo uso pantalones pegados y se me nota el largo
alcance… Primero ella se quedó helada, muy
ruborizada. Pero después dijo, muy valiente chava,
que ni qué, muy neta, dijo no pos sí. ¡Ay, maestro!
En tres patadas ya se la había dejado ir. Dejamos
toda la ropa en la sala, repitiéndose. Nos
piramos a la recámara al agasajo total… Me cae que
fue la cogida más increíble de todas, qué agasajada te
estás dando pinche Ernesto, me decía… Es que ya
estaba hasta el gorro de muchas rucas del rol. Son re
colgadas, apestan a todo, nomás quieren estar en la
hueva, en la necia…En cambio, un pastelito como
María es raro, porque todavía estaba fresquecita…
Acaba de salir de su casafresa y todo se le hace
chingón. Tonces hace todo lo que le dices, y cuando coges
es lo más chinguetas del mundo.
Entonces me decía híjole, qué cogidón. Ya llevábamos
como tres horas dándole al paliacate continuo, todos su-
dorosos, sin ver ni oír, todos hinchados y todos moja-
dos, cuando, ¡cámara, camarísima! Llegó el Sargento.
Simón. Espérate, ¿no? No interrumpas. Que oímos que
abren la puerta, y la voz del Sargento Pedraza, pobre chavo,
que gritaba, re contento:
¡María, ya reboté, conecté diez kilos de la roja sin se-
milla!
Pero después no dijo nada porque, seguramente, se es-
taba dando cuenta de la onda…Nuestras ropas
regadas en toda la sala…
Y yo, botado de risa, con el fierro enterrado hasta
dentro de la sabrosura juvenil.
Yo no salgo, dijo María, bien espantada. Yo voy, le
dije. Me cae que me sentía feliz, me daba un chorro de
risa. Entonces le saqué la verga, con todo el dolor de mi
corazón, me envolví en una sábana, me sentí romano
y toda la cosa, y entonces salí…

José Agustín. El rey se acerca a su templo. (35-36)


Imagen vía ponyXpress.

miércoles, 13 de junio de 2007

Carne aturdida



"Había trescientas personas desnudas y esparcidas por la calle. Apenas dejaban libre un solo palmo en el cruce; estaban tumbadas al azar, en toda clase de posturas, unos cuerpos tendidos encima de otros, otros al ras, como si estuvieran aplastados, en posición fetal, niños entre ellos. Nadie se movía, ninguno tenía los ojos abiertos. Una visión increíble para encontrársela de pronto, una ciudad de carne aturdida, incosciente; la desnudez, las luces inclementes, tantos cuerpos desprotegidos, punto menos que inconcebibles en un lugar de tránsito humano habitual."


(Don DeLillo, Cosmópolis)

Desnudos de Tunick tomados de Civilización y Barbarie

martes, 29 de mayo de 2007

Complejidad sexual



El Poeta y su amiga Isabel aparecen cómodamente sentados uno frente a la otra, en dos amplios sillones.

El poeta: --¡Qué cosa más rara! ¡Qué extraña percepción de una conturbadora y profunda verdad! La percibo a usted doble en este momento. La percibo como una mujer y como un hombre a la vez.

La amiga: --...

--Hace varios minutos que siento a mi lado su alma de hombre, recia y decidida; que siento el alma inteligente del camarada fiel, comprensivo y generoso, que ha sido usted para mí. Abrí los ojos y seguí viéndola como hombre. Hay en sus rasgos fisonómicos algo de la dureza, de la firmeza y de la belleza del varón. Una resuelta conformación masculina aparece en todo su cuerpo también. Esa ancha frente...

--Muchas gracias, señor don estúpido

(Rafael Arévalo Martínez, "Complejidad sexual", fragmento, 1951)

viernes, 25 de mayo de 2007

Rosa vida de plumas suaves



El cisne:

--Yo soy rosa vida de plumas suaves.

Soy entre las aves

lo que, entre las plantas, las rosas suntuosas,

lo que, entre las piedras, las piedras preciosas:

una aristocracia.

Yo soy de una especie que ha encontrado gracia.

Como el Fénix, como el Simurgo, en mi ser descansa

un antiguo símbolo de cultos solares:

yo soy Kalahansa

sobre su primer vehículo de los mares...

(Rafael Arévalo Martínez, "Honras fúnebres por el alma de Darío", fragmento).

jueves, 24 de mayo de 2007

Un río de árboles

"Un día le pregunté en dónde había estado. Me dijo que recorrió un río que une a México con Centroamérica. Que yo sepa, ese río no existe. Me dijo, sin embargo, que había recorrido ese río y que ahora podía decir que conocía todos sus meandros y afluentes. Un río de árboles o un río de arena o un río de árboles que a trechos se convertía en un río de arena. Un flujo constante de gente sin trabajo, de pobres y muertos de hambre, de droga y de dolor. Un río de nubes en el que había navegado durante doce meses y en cuyo curso encontró innumerables islas y poblaciones, aunque no todas las islas estaban pobladas, y en donde a veces creyó que se quedaría a vivir para siempre o se moriría.
De todas las islas visitadas, dos eran portentosas. La isla del pasado, dijo, en donde sólo existía el tiempo pasado y en la cual sus moradores se aburrían y eran razonablemente felices, pero en donde el peso de lo ilusorio era tal que la isla se iba hundiendo cada día un poco más en el río. Y la isla del futuro, en donde el único tiempo que existía era el futuro, y cuyos habitantes eran soñadores y agresivos, tan agresivos, dijo Ulises, que probablemente acabarían comiéndose los unos a los otros". (Roberto Bolaño. Los detectives salvajes, pp. 365-366)

Arte dePatricia Villalobos


lunes, 21 de mayo de 2007

Maricones, maricas, mariquitas...


"Dentro del inmenso océano de la poesía distinguía varias corrientes: maricones, maricas, mariquitas, locas, bujarrones, mariposas, ninfos y filenos. Las dos corrientes mayores, sin embargo, eran la de los maricones y la de los maricas. Walt Whitman, por ejemplo, era un poeta maricón. Pablo Neruda, un poeta marica. William Blake era maricón, sin asomo de duda, y Octavio Paz marica. Borges era fileno, es decir de improviso podía ser maricón y de improviso simplemente asexual. Rubén Darío era una loca, de hecho la reina y el paradigma de las locas.
(...)
--Y en Latinoamérica, ¿cuántos maricones verdaderos podemos encontrar? Vallejo y Martín Adán. Punto y aparte. ¿Macedonio Fernández, tal vez? El resto, maricas tipo Huidobro, mariposas tipo Alfonso Cortés (aunque éste tiene versos de maricona auténtica), bujarrones tipo León de Grieff, ninfos abujarronados tipo Pablo de Rokha (con ramalazos de loca que hubieran vuelto loco a a Lacan), mariquitas tipo Lezama Lima, falso lector de Góngora, y junto con Lezama todos los poetas de la Revolución Cubana (Diego, Vitier, el horrible Retamar, el penoso Guillén, la insolable Fina García) excepto Rogelio Nogueras, que es un encanto y una ninfa con espíritu de maricón juguetón. Pero sigamos. En Nicaragua dominan mariposas tipo Coronel Urtecho o maricas con voluntad de filenos, tipo Ernesto Cardenal. Maricas también son los Contemporáneas de México..." (Roberto Bolaño. Los detectives salvajes. 83, 85).

jueves, 17 de mayo de 2007

Estudio


Esta fuente no es más que el varillaje

de la sombrilla

que hizo andrajos el viento.

Estas flores no son más que un poco de agua

llena de confeti.

Estas palomas son pedazos de papel

en el que no escribí hace poco tiempo.

Esa nube es mi camisa

que se llevó el viento.

Esa ventana es un agujero

discreto o indiscreto.

¿El viento? Acaba de pasar un tren

con demasiados pasajeros...

Este cielo ya no le importa a nadie;

esa piedra es su equipaje. Lléveselo.

Nadie sabe dónde estoy

ni por qué han llegado así

las asonancias y los versos.




México, 1925


Carlos Pellicer, Hora y 20 (1927)

miércoles, 16 de mayo de 2007

Significantes


"Roland Barthes lleva décadas escribiendo y catalogando pequeñas fichas. Cada vez que lo asalta una idea, que lo sorprende un libro o una frase relevante, que lo invade una ráfaga de humor o una ocurrencia, hace una anotación con su minuciosa caligrafía en una pequeña tarjeta. Su labor de artesano--de fanático de los rompecabezas--descifra el mundo.Contra lo que pudiera creerse, su tarea no se asemeja a la del crítico o a la del académico: no le interesan las investigaciones minuciosas, los sistemas universales o las ridículas teorías del todo; más que los significados, le obsesiona la sutílisima belleza de los significantes. No es casual que se sienta tan atraído por la caligrafía japonesa: su deseo se asemeja al de esos artistas orientales que deslizan el pincel sober la seda como si imprimiesen un trozo de paisaje. Como ellos, Barthes evita las figuras humanas, meros accidentes--sombras--en la geografía: el cosmos es una acumulación de detalles, guiños e insinuaciones. A partir de los años setenta, sus palabras poco a poco se transforman en bosquejos y, poco después--un pequeño milagro--, en auténticos dibujos... Más que desaparecer, las letras que traza dejan de significar: se convierten en figuras geométricas, en manchas de colores, en devaneos casi infantiles. Inspirado en esta suerte de budismo zen pictórico, su yo se desvanece".
(Jorge Volpi, El fin de la locura, Barcelona: Seix Barral, p.267)

lunes, 14 de mayo de 2007

Encajes


“Las señoras elaboraron una larga pausa para alejar el exabrupto y la vaharada, pasando después a otros temas de delicias, los encajes de Marie Monnier que la señora Rialta había visto en una revista francesa. —Figúrate, mamá—dijo—, que son encajes inspirados en versos, de excelentes poetas franceses, donde esa maestra de la lencería contemporánea, intenta separarse de la tradición del encaje francés, de un Chantilly o de un Malinas, para que en nuestro tiempo, alrededor nuestro, surja otra escuela de bordados. Eso me gusta como si le pusieran una inyección antirrábica al canario o como si llevasen los caracoles al establo para que adquiriesen una coloración chartreuse. (…) El encaje es como un espejo, que hecho por manos que podían haber sido juveniles cuando nosotros nacimos, nos parece siempre como un envío o como una resolución de muchos siglos, grandes elaboraciones contemporáneas de pasajes fijados en los comienzos de lo que ahora es un disfrute sin ofuscaciones. Estas lástimas de nuestra época quieren tener la misma sensación cuando combinan un encaje de familia en un corpiño de ópera, que cuando leen un poema de Federico de Uhrbach”. (José Lezama Lima, Paradiso cap. 1)