lunes, 14 de mayo de 2007

Encajes


“Las señoras elaboraron una larga pausa para alejar el exabrupto y la vaharada, pasando después a otros temas de delicias, los encajes de Marie Monnier que la señora Rialta había visto en una revista francesa. —Figúrate, mamá—dijo—, que son encajes inspirados en versos, de excelentes poetas franceses, donde esa maestra de la lencería contemporánea, intenta separarse de la tradición del encaje francés, de un Chantilly o de un Malinas, para que en nuestro tiempo, alrededor nuestro, surja otra escuela de bordados. Eso me gusta como si le pusieran una inyección antirrábica al canario o como si llevasen los caracoles al establo para que adquiriesen una coloración chartreuse. (…) El encaje es como un espejo, que hecho por manos que podían haber sido juveniles cuando nosotros nacimos, nos parece siempre como un envío o como una resolución de muchos siglos, grandes elaboraciones contemporáneas de pasajes fijados en los comienzos de lo que ahora es un disfrute sin ofuscaciones. Estas lástimas de nuestra época quieren tener la misma sensación cuando combinan un encaje de familia en un corpiño de ópera, que cuando leen un poema de Federico de Uhrbach”. (José Lezama Lima, Paradiso cap. 1)

1 comentario:

silvia camerotto dijo...

tanto tiempo sin leerlo. la maravilla de reencontrarlo en este espacio.