martes, 28 de agosto de 2007

Cortázar y el burro



El burro
Gilbert Keith Chesterton

Cuando peces volaban y andaban las florestas
y los higos crecían entre espinas,
cuando la luna era de sangre, entonces
fue que vine a la vida.

Con monstruosa cabeza, repelente rebuzno
y las orejas como errantes alas,
parodia andante del demonio, en medio
de la restante grey de cuatro patas.

Descastado harapiento de la tierra,
viejo, maligno y terco.
azotadme, burlaos; yo estoy callado,
yo guardo mi secreto.

¡Tontos! sabed que tuve alguna vez mi hora,
una lejana y dulce hora de rapto;
hubo clamores junto a mis oídos
y palmas a mi paso!


Trad. de Julio Cortázar, vía La Jornada